En este artículo no hablaremos de calorías ni de restricciones. La Dieta Mediterránea es, ante todo, un estilo de vida y una forma de comer.
De hecho, la idea es muy sencilla. Se llevó a cabo un estudio muy serio (Seven countries study, y sí, puedes buscarlo en Google) sobre 13.000 personas de 7 países. Se descubrió que las personas que vivían en países mediterráneos tenían menos problemas de corazón, gracias a su dieta equilibrada.
Así que, para vivir una vida larga y sana, piensa en tu dieta (o estómago) como en una pirámide.
En la cúspide de la pirámide, donde hay poco espacio, están las carnes rojas y los dulces. De vez en cuando no está de más comer algo, pero no es bueno excederse.
Bajamos un nivel y encontramos aves de corral, huevos, queso y leche. Son buenos para la salud, pero deben comerse con moderación. Un poco cada día o unas cuantas veces a la semana.
A medida que nos acercamos a la base de la pirámide, las restricciones se hacen menos severas. Aquí, el pescado es el rey, al igual que el aceite de oliva y los aguacates. Las llamamos "grasas buenas".
¡Y ahora hemos llegado a la base! Como su nombre indica, es lo que deberías comer cada día. En sus marcas, listos, ¡ya! La lista incluye frutas, verduras, cereales integrales, semillas, hierbas y frutos secos.
Al final, como todo en la vida, la Dieta Mediterránea es sentido común aplicado a nuestros platos y menús.