Quítate las zapatillas y prepárate para sumergirte en el apasionante mundo del “deporte descalzo”. Puede sonar extraño, pero deshacerte de tus zapatillas puede aportarte sorprendentes beneficios para tu salud y rendimiento deportivo.
Pies y tobillos más fuertes
¿Has intentado alguna vez hacer flexiones con los guantes de boxeo puestos? Pues con los pies pasa algo parecido. Los zapatos son como guantes, los protegen, pero también les impiden rendir como deberían. Al hacer ejercicio sin zapatos, utilizas más los músculos de los pies y los tobillos, lo que los fortalece y puede ayudarte a evitar lesiones.
Mejor propiocepción
¿Propio qué? La propiocepción es tu capacidad para percibir tu cuerpo y sus movimientos en el espacio. Y tus pies son auténticos sensores propioceptivos. Cuando están libres para sentir el suelo, tu cerebro recibe más información sobre tu posición, lo que puede ayudarte a moverte con más eficacia y a mejorar tu equilibrio. Así que libera tus pies y deja que hablen con tu cerebro.
Mejora de la postura
Al quitarte los zapatos, estás más en sintonía con el suelo, lo que puede ayudarte a corregir la postura y la alineación del cuerpo. Menos dolor de espalda, más comodidad en tus movimientos, es un poco como hacerse un lifting corporal sin cirugía.
Impacto reducido
¿Crees que sin calzado te harás daño? Todo lo contrario, practicar deporte sin zapatos puede reducir el impacto sobre las articulaciones. Sin calzado, tiendes a apoyar primero la parte delantera del pie en el suelo, lo que resulta menos perjudicial para las rodillas y las caderas. Menos impacto, más suavidad, ¡tus articulaciones te lo agradecerán!
Pero ojo, antes de tirar las zapatillas, recuerda que hay que tomárselo con calma. Empieza por hacer ejercicio sin calzado en casa, y luego pasa gradualmente a superficies más duras. Y, por supuesto, ¡cuida tus pasos!